Esta es un versión antigua publicada el 2021-10-06. Consulte la versión más reciente.

Revista Warmi (Presentación - Contenido)

Autores/as

  • Revista Científica WARMI Universidad Católica de Trujillo

DOI:

https://doi.org/10.46363/warmi.v1i1.04

Palabras clave:

Presentación, Contenido

Resumen

El género humano conforme ha ido desarrollando, madurando, refinando y sistematizando el método de la investigación científica ha ido explorando, describiendo y explicando todo hecho que provoca curiosidad o le dejaba absorto al entrar en contacto cada vez más íntimo con su realidad y así mismo le iba permitiendo el diseño de propuesta y aplicación de alternativas o estrategias de solución de los problemas que le aquejaban.

            Los productos y beneficios que hemos cosechado como producto de la investigación científica son muchos e inmensos en todos los campos de índole social, cultural, económico, industrial y de la salud. Los frutos de la ciencia han sido más productivos y exitosos cuando ha ocurrido trabajo corporativo, cooperativo, interinstitucional y multisectorial. En este sentido la Iglesia Católica desde sus orígenes ha incentivado, participado, sustentado e impulsado la investigación científica, a través de sus científicos; tanto clérigos como laicos comprometidos. La contribución de la Iglesia a la ciencia es cuantiosa, permanente y muchas veces crucial. Actualmente, ese aporte se patentiza a través del fragoroso y afanoso trabajo de los académicos de las numerosas universidades católicas que vienen ofreciendo sus servicios educativos por todo el mundo.

            Un problema que afecta seriamente a la humanidad y que arrastra desde los orígenes de la especie humana  es la violencia que ocurre contra los congéneres más débiles, los más vulnerables como las mujeres, niños y ancianos. En este sentido, las investigaciones científicas se han encausado para entender de dónde viene esta violencia; especialmente la violencia de género, para velar la raíz de este fenómeno. Se espera que a partir de los hallazgos que se han logrado y se obtengan se podrá trabajar por el ideal de erradicar la violencia.

            Aunque parezca utópico por trazarse de un asunto de larga data, inmensamente complejo, altamente naturalizado, con total fidelidad al magisterio de Cristo, nuestra universidad, brazo académico de nuestra Iglesia en nuestra región, tiene que trabajar y aportar desde su trinchera y fines fundacionales para que la violencia de género desaparezca y lograr un mundo donde prime el respeto, equidad, justicia y paz entre todos sin discriminaciones, abusos, marginaciones y descartes. En esa senda, se entiende que observar , identificar y prevenir es parte de una solución a largo plazo; pero la tarea va más allá. Hace falta también orientar las investigaciones de esta problemática con el propósito de aplicar estrategias objetivas, directas y eficaces. Se entiende que la violencia se siembra y está presente en los hogares, en los niños de edades muy tempranas. Por esto, considerando que los hogares y la escuela son espacios muy importantes de socialización, son escenarios ideales para investigar y aportar a que, en un futuro, erradiquemos este fenómeno.

            Hay mucho por investigar sobre este fatal flagelo y necesitamos profundizar más allá de lo que está en la “punta del iceberg”: cuando se encuentra, registra y reporta algún caso de violencia contra la mujer, niños o desprotegidos, sólo se alcanza a observar una parte de este; pero no el origen de la violencia. Queda mucho por investigar de este grave fenómeno.

            En este sentido, en la Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI al crearse la Escuela de Posgrado e implementar sus programas de maestría, hubo un especial empeño, esfuerzo y férrea voluntad para abrir la maestría con mención en Intervención en Violencia Contra las Mujeres, que viene acogiendo el interés de muchos profesionales, que como parte de su desarrollo personal y comprometidos con esta lucha, como parte de sus actividades lectivas, tienen que cumplir con realizar una investigación científica. Por ello, la UCT ha considerado como líneas de estudio en esta maestría a aquellas orientadas a la investigación que permitan demostrar que la base de varias formas de agresiones y maltratos es la violencia de género y los procesos de socialización que la fomentan; también otras que lleven al desarrollo de medidas eficaces para contrarrestar las graves consecuencias que genera la violencia y que victimiza a las personas desde los hogares y los colegios.

            Afortunadamente, el conocimiento científico nos ofrece herramientas para abordar el problema de manera efectiva, se requieren investigaciones que lleven a lograr que prime la prevención de la violencia de género, que los esfuerzos se centren en que no se use lenguaje sexista o romper con estereotipos de género. Pero, los altos índices de violencia de género nos demuestran que no es suficiente. Es urgente dar un paso más allá. La investigación científica ha demostrado algo interesante que los procesos de socialización históricamente han vinculado la violencia y la atracción. Si en la socialización se encuentra la raíz de la violencia de género, falta dirigir los estudios que encausen los mecanismos de una socialización correcta, impoluta desde el hogar, pasar por la escuela y la comunidad. Se requieren investigaciones para tipificar el rol que corresponde a los actores en todos los niveles de la sociedad.

            Por ello, la Escuela de Posgrado de la UCT se complace muy de verás como un paso más en este propósito, en lanar la Revista Científica WARMI como portavoz académico oficial donde se cobijará a todo tipo de investigación, que afronte la lucha contra la violencia que viven las mujeres. En nuestro primer número se incluye una serie de investigaciones sobre importantes aspectos de este grave problema social.

            En esta realidad de relación y socialización de la atracción y la violencia, se incluye un estudio que muestra que la mayoría de las mujeres de Caravelí (Arequipa); Lucanas, Parinacochas y Paucar del Sara Sara (Ayacucho) tienen muy arraigadas sus costumbres, tales como que la mayoría empieza su vida sexual a los 18 años y algunas desde los 14 años. Además, no tienen una estabilidad de pareja y educan a sus hijos solas, la propiedad de terrenos, casas y dinero está en manos de los hombres; este debe ser el dueño, ellas sólo están para servir. Asimismo, no siguen estudios superiores, se dedican a la chacra  y a servir al esposo. Reciben un diario entre cinco y veinte soles, y si trabajan  su sueldo debe ser compartido en el hogar; la violencia hacia ellas va de la mano con la pobreza y está unida al alcoholismo. Prefieren callar porque el problema es privado y la vergüenza la tiene muy interiorizada. Su liderazgo en la comunidad es mínimo; pero poco a poco se están haciendo escuchar y la Iglesia en representación de la Prelatura de Caravelí busca trabajar en favor de la reivindicación, igualdad de oportunidades y la dignidad entre hombres y mujeres.

            Se tiene un estudio en el que se reporta en una muestra de estudiantes de psicología de la UCT una relación positiva y altamente significativa entre el sexismo ambivalente y la violencia en las relaciones de pareja, siendo predominante el sexismo benevolente (62.87%) y la violencia de género (29.34%), una relación positiva y altamente significativa entre el sexismo hostil y la violencia por desapego(r=0.35), violencia por castigo físico (r=0139 y violencia por coerción (r=0.03) y entre el Sexismo Benévolo y la violencia por desapego (r=0.22) y violencia de género (r=0.20). En otro interesante estudio con adolescentes de Educación de la institución educativa Básica Regular Ramiro Aurelio Ñique Espíritu del distrito de Moche, se reporta una relación altamente significativa e inversa entre Autoestima y Sexismo Ambivalente; entre las dimensiones Social- pares, Hogar-padres y Escuela con el Sexismo hostil y entre la dimensión hogar-padres con el Sexismo benevolente.

            Tomando en cuenta que el empoderamiento feminista está relacionado con la toma de poder y autonomía de las mujeres, relegadas históricamente a un segundo plano, detrás de los hombres, por el sistema patriarcal, las autoras de otro artículo que se incluye  en este número, tratan de identificar si este concepto incide en las relaciones de parejas heterosexuales jóvenes contemporáneas, así como en la masculinidad de los hombres, que forman parte de las mismas. Para ello hacen entrevistas semi estructuradas; tanto a hombres como a mujeres jóvenes heteropsexuales, dodne ellas están inmersas en circuitos feministas de conocimiento. Tratan de conocer si los conocimientos feministas que ellas están adquiriendo inciden en su proceso de empoderamiento feminista, en las dinámicas de poder que se desarrollan dentro de su relación de pareja y en la identidad masculina de sus parejas heterosexuales. Finalmente, está el artículo sobre la incidencia del populismo penal en el delito del feminicidio donde su objetivo es determinar de qué manera incide el Populismo Penal en el delito de Feminicidio, al cual se arribará delimitando cómo la presión mediática influye en la opinión pública de la ciudadanía; estableciendo la relación que existe entre la figura jurídica del populismo penal con el delito de feminicidio y demostrando  cómo la presión mediática tergiversa la configuración del delito de feminicidio.

            Nuestro profundo agradecimiento a la confianza mostrada  por los autores de los trabajos de investigación  que nos han hecho  llegar para ser parte de este primer número de esta revista científica que hemos denominado WARMI, vocablo quechua que significa MUJER, en ese mismo grado nuestro profundo reconocimiento, a los árbitros, revisores, comité editor y todo el personal comprometido con este esfuerzo institucional para dar un paso importante en esta tarea prioritaria de poner coto a esta terrible tragedia que exige nuestra reflexión, aporte decidido e inmediato para su erradicación.

            Finalmente, tomamos como un lema y mandato las reveladoras palabras del Sumo Pontífice Francisco para revertir tan calamitosa problemática: “Las mujeres son fuentes de vida”. Sin embargo, son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre. Toda violencia infringida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una  mujer”.

EL DIRECTOR

Descargas

Publicado

2021-10-06

Versiones