RELACIONES INTRAFAMILIARES Y VIOLENCIA EN LA ETAPA DE ENAMORAMIENTO EN ADOLESCENTES
INTRAFAMILIARY RELATIONS AND VIOLENCE IN THE STAGE OF LOVE IN ADOLESCENTS
María Luz Aguirre Ñique[1]
Pamela Eliana Alva Castillo[2]
pamela.alva.castillo@hotmail.com
RECIBIDO: 20/12/19 ACEPTADO: 16/02/2020
RESUMEN
El objetivo del presente estudio fue estimar la relación entre las relaciones intrafamiliares y la violencia (cometida y sufrida) en la etapa de enamoramiento en adolescentes. Se seleccionó una muestra de 155 estudiantes de cuarto y quinto grado de secundaria de la institución educativa estatal “Ramiro Ñique” del distrito de Moche, a quienes se les aplicó la escala de relaciones intrafamiliares (ERI) y el inventario de violencia en las relaciones de noviazgo entre adolescentes (CADRI). Los hallazgos evidencian la prevalencia del nivel medio en las relaciones intrafamiliares y sus dimensiones (unión y apoyo, expresión y dificultades) y de la predominancia del nivel bajo en la violencia cometida y sufrida en la etapa de enamoramiento. Asimismo, solamente se detecta correlación directa y significativa de la dimensión dificultades de relaciones intrafamiliares con la violencia cometida en la etapa de enamoramiento (rho= .166; p<.05) y de la dimensión unión y apoyo de relaciones intrafamiliares de manera inversa y significativa con la violencia sufrida en la etapa de enamoramiento (rho=- .202; p<.05)
Palabras clave: adolescente, familia, violencia
ABSTRACT
The aim of this study was to estimate the relationship between intrafamily relations and violence (committed and suffered) in the stage of infatuation in adolescents. A sample of 155 fourth and fifth grade high school students from the “Ramiro Ñique” state educational institution of the Moche district were selected, to whom the scale of intrafamily relations (ERI) and the inventory of violence in dating relationships between teenagers (CADRI). The findings show the prevalence of the average level in intrafamily relations and their dimensions (union and support, expression and difficulties) and the predominance of the low level in the violence committed and suffered in the infatuation stage. Likewise, only a direct and significant correlation of the difficulties dimension of intrafamily relations with violence committed in the stage of infatuation is detected (rho = .166; p <.05) and significally reverse relation between the union and support dimension of intrafamily relations with the suffered violence at the stage of falling in love (rho = - .202; p <.05).
Key Words: teen, family, violence
INTRODUCCIÓN
La adolescencia es una fase del desarrollo humano, que se hace evidente por un conjunto de variaciones que tienen impacto en el aspecto físico, psicológico y social de los individuos inmersos en la misma. Resulta ser un período crítico y muy sensible cuando se tiene la experiencia de vivenciarlo, lo cual conllevará en su momento a generar una identidad propia e iniciar un nuevo ciclo en la vida. Asimismo, el adolescente a pesar de los nuevos vínculos que genera, no soslaya al grupo familiar, sino todo lo contrario, lo sigue teniendo en cuenta (Musitu y Cava, 2003).
Justamente, muy aparte de la socialización en la cual se ven involucrados los adolescentes, un aspecto que empiezan a desarrollar es lo concerniente a la gestación de una identidad que se va a plasmar en una capacidad de adaptación de conducta en diversos contextos. Al respecto, señalan que toda persona debe forjar la capacidad de adaptación, que implica acomodarse y ajustarse a las vicisitudes y retos del contexto.
Obviamente, estas vicisitudes y retos conllevan a sopesar el riesgo o los riesgos que acarrea un adolescente (Musitu y Cava, 2003). En ese sentido, se considera que los adolescentes suelen ser tratados como un segmento poblacional en riesgo en la medida que la adolescencia implica una etapa o fase en que la mayoría de los individuos atraviesan por diversos cambios, tanto endógenos como exógenos que se presentan de manera simultánea y vertiginosa; se trata por tanto de un segmento vulnerable, en términos de gran influencia que pueden ejercer factores externos sobre su desarrollo ante los cuales tiene un escaso manejo o se siente ajeno. Estos cambios se hacen evidentes en varias facetas de su vida, pueden ser apreciados como difíciles, aflorando con ello dilemas o conflictos personales, familiares, sociales, escolares y de salud que entorpecen su adaptación en general (Garaigordobil y Maganto,2016).
Habiendo puesto en perspectiva el rol de la familia o las relaciones intrafamiliares y los factores de riesgo que deben enfrentar los adolescentes, resulta oportuno destacar su nexo o correspondencia. Más aun, las relaciones a nivel familiar pueden dar pie para que los y las adolescentes sean capaces de afirmarse y transformen los riesgos y vicisitudes que tendrán que experimentar (Ayala, 2017).
Por ello, cuando los adolescentes se enfrascan en diversas formas de amistad, así como al inicio de relaciones sentimentales y de pareja, conlleva a que se presenten variaciones y matices. No se debe olvidar que las relaciones de pareja de adolescentes suelen experimentar diferentes cambios a lo largo del tiempo, algunas de éstas pueden ser sociales o tecnológicas, dependiendo el contexto en el que se desarrollan (Guevara, Rojas, Flores y Romero, 2017).
Es precisamente en estas relaciones de noviazgo que la violencia puede aflorar a través de diferentes formas y comportamientos de naturaleza física, psicológica, sexual, entre otras; todo ello con el propósito de hacer patente el control o dominio de la pareja (Guevara et al., 2017). Lo referido es de cabal relevancia, si se considera que a partir de las relaciones de noviazgo se consolidan las experiencias para la vida adulta, pudiendo constituir un antecedente o situación de vulnerabilidad a futuro en el proceso de emparejamiento, precipitando así consecuencias graves en la víctima de estos comportamientos o instaurándose como un predictor de la violencia intrafamiliar (Guzmán, García, Sandoval, Vásquez y Villagrán, 2014). Al respecto, en el Perú se reporta que el 65,9 % de las mujeres de 15 a 49 años de edad alguna vez unida, fue víctima de algún tipo de violencia (psicológica, verbal, física o sexual) ejercida alguna vez por su esposo o compañero, según los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (INEI, 2018).
Sin ser menos importante que la violencia en las parejas adultas, la violencia en las relaciones románticas de los adolescentes puso al descubierto que se ejercía tanto hacia mujeres y hombres. Diversas investigaciones sugieren que la violencia puede ser bidireccional en parejas adolescentes, lo que a su vez implica consecuencias tanto para víctimas como victimarios (Martínez, Vargas y Novoa, 2016).
Por lo expuesto y teniendo en cuenta que resulta pertinente examinar hasta qué punto lo que refleja el contexto familiar tiene una incidencia en las manifestaciones de violencia en una pareja adolescentes, es pertinente sopesar que algunos estudios revelan que las personas que recibieron malos tratos en el núcleo familiar u observaron violencia por parte de sus progenitores presentan mayor riesgo de ejercer o sufrir cierto tipo de violencia o abuso en sus emparejamientos ulteriores (Rey-Anacona, 2015). Por otro lado, existen investigaciones que señalan que la mayoría de mujeres que sufrieron violencia o fueron testigos de maltratos hacia su madre se habitúan a este tipo de conductas asumiéndolas como normales o como forma de relacionarse en pareja (Guevara et al., 2017).
A nivel local, los adolescentes de Trujillo no escapan a esta situación. En ese sentido, en el 2017 en la Comisaría de la Familia de Trujillo se registraron casos de maltrato en adolescentes de 11 a 17 años, en donde se detectaba que de parte de los enamorados por razones de reacciones de celo o no desear terminar con la relación, maltrataban de manera física y psicológica a sus enamoradas (Radio Programas del Perú, 2017).
Por tanto, y habiendo identificado en el distrito de Moche a la institución educativa “Ramiro Ñique” con casos de estudiantes (hombres y mujeres) que en su condición de adolescentes se han visto involucrados en situaciones de maltrato psicológico en el proceso de enamoramiento, resulta oportuno encaminar una investigación con la intención de examinar las relaciones de carácter intrafamiliar y las manifestaciones de violencia en la etapa de enamoramiento en sus estudiantes de los últimos grados de secundaria.
A partir de todo lo expuesto se plantea como objetivo general, el poder establecer la relación entre las relaciones intrafamiliares y la violencia en la etapa de enamoramiento en los adolescentes de cuarto y quinto grados de secundaria de la institución educativa estatal Ramiro Ñique del distrito de Moche. Asimismo, como objetivos específicos se pretende determinar la relación entre las dimensiones de las relaciones intrafamiliares (unión y apoyo, expresión y dificultades) y la violencia sufrida y cometida respectivamente en la etapa de enamoramiento.
METODOLOGÍA
Se utilizó una investigación de tipo cuantitativo, con un método hipotético-deductivo y un diseño no experimental de carácter transeccional correlacional.
En lo concerniente a la población, estuvo constituida por un total de 220 estudiantes (116 hombres y 104 mujeres) de cuarto y quinto grados de secundaria de la institución educativa estatal “Ramiro Ñique” del distrito de Moche con edades entre 15 y 18 años. De esta población se determinó un tamaño de muestra estimado en 155 (82 hombres y 73 mujeres) teniendo en cuenta un nivel de la confianza del 95% y un margen de error del 5%. Con respecto a la selección de la muestra, se llevó a cabo de manera aleatoria simple.
La técnica que se utilizó fue la encuesta, en vista que para la medición de las variables se utilizó lo siguiente: una ficha de datos, UNA escala de evaluación de relaciones intrafamiliares y un inventario de violencia en las relaciones de noviazgo.
En lo concerniente a la ficha de datos, se trata del formato elaborado por Villena (2016) con ítems de carácter abierto y cerrado con el fin de recabar información sobre el sexo, edad, grado de estudios y específicamente determinar si se tiene pareja o se ha tenido pareja en los últimos 12 meses.
En lo que respecta a la Escala de Evaluación de las Relaciones Intrafamiliares (Rivera y Andrade, 2010), se e trata de una escala autoaplicable de 56 items (versión larga) con cinco opciones de respuesta que varían de: Totalmente de Acuerdo a Totalmente en Desacuerdo. En su estructura se contemplan tres dimensiones: Unión y apoyo (12 items), expresión (21 items) y dificultades (23 items). Los puntajes que obtienen las personas que responden la escala de Evaluación de las Relacionas Intrafamiliares en sus tres dimensiones proporcionan información sobre cómo es la interacción familiar respecto a la expresión de emociones, a la unión y apoyo, y a la percepción de dificultades o conflictos. Muy aparte de una versión larga (56 items), existe una versión intermedia (37 items) y corta (12 items). Respecto a su validez, se reporta en su origen la generación de hallazgos satisfactorios de validez estadística mediante análisis factorial exploratorio validez clínica y validez concurrente. En lo concerniente a la confiabilidad, se reportaron por consistencia interna, valores para cada una de las dimensiones que oscilaron de .78 a .95 (Rivera y Andrade, 2010).
En La Libertad, Cabrera (2015) realizó una adaptación con 372 adolescentes del distrito de Cascas (provincia de Gran Chimú), lo cual le permitió efectuar satisfactoriamente una validez de constructo mediante el empleo del análisis ítem-test corregido. Asimismo, en lo que respecta a la confiabilidad, se obtuvo por consistencia interna valores que oscilaron de .84 a .91 en cada una de las dimensiones.
Con respecto al inventario de violencia en las Relaciones de Noviazgo entre Adolescentes, este fue diseñado por Wolfe y otros autores en el 2011 y posteriormente adaptada en el 2006 en España por Andrés Fernández, Antonio Fuertes y Ramón Pulido (Fernández et al., 2006). Está conformada por 2 sub escalas Violencia Cometida y Violencia Sufrida de las que forman parte 25 ítems en cada una de ellas y 5 dimensiones que son violencia sexual, relacional, verbal – emocional, física y amenazas.
Sarmiento (2014) en Trujillo, realiza la adaptación del instrumento con una muestra conformada por 324 estudiantes universitarios, obteniendo una excelente confiabilidad, similar a la que obtuvo en la adaptación española (Fernández-Fuertes et al. (2006). Asimismo, la validez del constructo se evidenció aplicando el coeficiente de correlación de Pearson ítem-test, respecto a la escala violencia cometida, hallando valores que oscilaron entre 0.24 y 0.67. Finalmente, se realizó satisfactoriamente un análisis factorial confirmatorio.
Asimismo, Pretell (2018) hizo un análisis psicométrico con adolescentes del distrito de La Esperanza, logrando determinar la validez basados en la estructura interna por medio de análisis factorial confirmatorio, obteniéndose valores significativos respecto a la escala de violencia cometida (.36 a .96) y la escala de violencia sufrida (.392 a .971). También, comprobó la confiabilidad por consistencia interna.
RESULTADOS
Tabla 1
Niveles de las relaciones intrafamiliares y sus dimensiones en adolescentes
Relaciones intra familiares |
Alto N % |
Medio N % |
Bajo N % |
Total N % |
Unión y apoyo |
49 31.6 |
60 38.7 |
46 29.7 |
155 100 |
Expresión |
47 30.3 |
57 36.8 |
51 32.9 |
155 100 |
Dificultades |
37 23.9 |
96 61.9 |
22 14.2 |
155 100 |
Relaciones intrafamiliares |
45 29 |
70 45.2 |
40 25.8 |
155 100 |
Nota: Datos obtenidos de los instrumentos aplicados
En la tabla 1 se puede apreciar que en su mayor parte los adolescentes del estudio se ubican en un nivel medio de las relaciones intrafamiliares a nivel general, asimismo, en cada una de sus dimensiones.
Tabla 2
Niveles de violencia en la etapa de enamoramiento en adolescentes
Violencia |
Alto
N % |
Medio alto N % |
Medio bajo N % |
Bajo
N % |
Total
N % |
||
Violencia ejercida |
7 4.5 |
35 22.6 |
28 18.1 |
85 54.8 |
155 100
|
||
Violencia sufrida |
19 12.3 |
52 33.5 |
23 14.8 |
61 39.4 |
155 100 |
||
Nota: Datos obtenidos de los instrumentos aplicados
La tabla 2, permite apreciar que la mayor parte de los adolescentes del estudio se ubican en un nivel bajo de violencia ejercida y sufrida en la etapa de enamoramiento.
Tabla 3
Prueba de Normalidad Kolmogorov-Smirnov de los puntajes directos de las relaciones intrafamiliares y sus dimensiones y la violencia cometida y sufrida.
|
K-Z |
p |
Relaciones intrafamiliares |
.065 |
.200 |
Unión y apoyo |
.088 |
.005** |
Expresión |
.075 |
.034* |
Dificultades |
.110 |
.000** |
Violencia cometida |
.111 |
.000** |
Violencia sufrida |
.255 |
.000** |
Nota: N=155 ; *p<.05 **p<.01
En la tabla 3 se puede observar que los puntajes directos tanto en las dimensiones de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida y sufrida no se ajustan a la curva normal, a excepción del puntaje directo general de relaciones intrafamiliares. Estos hallazgos sugieren el empleo de estadística no paramétrica.
Tabla 4
Correlación de Spearman de las relaciones intrafamiliares y la violencia en la etapa de enamoramiento en adolescentes
Violencia en la etapa de enamoramiento |
Relaciones intrafamiliares |
|
rho |
p |
|
Violencia cometida |
.0007 |
.927 |
Violencia sufrida |
-.086 |
.287 |
Nota: N=155; *p<.05
Con respecto a la tabla 4 se puede apreciar que no existe en los adolescentes del estudio correlación significativa entre las relaciones intrafamiliares en general y la violencia cometida en la etapa de noviazgo o enamoramiento (rho=.0007; p>.05). Asimismo, no se detecta correlación significativa entre las relaciones intrafamiliares en general y la violencia sufrida en la etapa de noviazgo o enamoramiento (rho= -.086; p>.05).
Tabla 5
Correlación de Spearman de las dimensiones de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida en la etapa de enamoramiento en adolescentes
Dimensiones de relaciones intrafamiliares |
Violencia cometida |
|
|
rho |
p |
||
Unión y apoyo |
-.124 |
.124 |
|
Expresión |
-.049 |
.549 |
|
Dificultades |
.166 |
.039* |
|
Nota: N=155; *p<.05
En la tabla 5 se observa que no se detecta en los adolescentes correlación significativa entre la dimensión unión y apoyo de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida en la etapa de noviazgo o enamoramiento (rho=-.124; p>.05). Tampoco se genera correlación significativa entre la dimensión expresión de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida en la etapa de noviazgo o enamoramiento (rho=-.049; p>.05). Sin embargo, si se detecta correlación directa y significativa entre la dimensión dificultades de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida en la etapa de noviazgo o enamoramiento (rho=.166; p<.05).
Tabla 6
Correlación de Spearman de las dimensiones de relaciones intrafamiliares y la violencia sufrida en la etapa de enamoramiento en adolescentes
Dimensiones de relaciones intrafamiliares |
Violencia sufrida |
|
rho |
p |
|
Unión y apoyo |
-.202 |
.012* |
Expresión |
-.116 |
.15 |
Dificultades |
.091 |
.262 |
Nota: N=155; *p<.05
La tabla 6 permite apreciar que no se detecta en los adolescentes correlación significativa entre la dimensión expresión de relaciones intrafamiliares y la violencia sufrida en la etapa de noviazgo o enamoramiento (rho=-.116; p>.05). Tampoco se genera correlación significativa entre la dimensión dificultades de relaciones intrafamiliares y la violencia sufrida en la etapa de noviazgo o enamoramiento (rho=.091; p>.05). Sin embargo, si se detecta correlación inversa y significativa entre la dimensión unión y apoyo de relaciones intrafamiliares y la violencia sufrida en la etapa de noviazgo o enamoramiento (rho=-.202; p<.05).
DISCUSIÓN
De acuerdo a los resultados se procederá a discutirlos con la intención de analizar los hallazgos más relevantes acorde a los objetivos planteados. Por lo tanto, en primer término, se discutirá lo obtenido a nivel descriptivo y luego, se incidirá en lo hallado a nivel inferencial.
En lo concerniente a lo descriptivo se puede apreciar que en la variable relaciones intrafamiliares los adolescentes del estudio se ubican en su mayor parte en un nivel medio con respecto al puntaje general y el puntaje por cada dimensión. Este hallazgo implica que estos adolescentes poseen una percepción moderadamente positiva acerca de su entorno familiar o el funcionamiento de la misma, lo cual implica predisponerse de manera aceptable hacia el apoyo mutuo, comunicar las ideas y emociones con respeto y el manejo satisfactorio de los problemas o inconvenientes al interior de la familia. Lo reportado coincide con estudios efectuados en diversos contextos (Cevallos & Jerves, 2017; Guevara et al., 2017).
Lo hallado en términos moderados, coincide con lo encontrado por Riveros & Valles (2017), quien, en un estudio con adolescentes de Alto Moche, detectó la predominancia de un nivel moderado en la percepción del funcionamiento familiar.
En lo que respecta a la variable violencia en la etapa de enamoramiento, se pudo detectar la predominancia de un nivel bajo tanto en la violencia cometida y sufrida. Con respecto a la primera, implicaría, que la mayor parte de los adolescentes (hombres y mujeres) del estudio, evidencian escasas manifestaciones de abuso o maltrato hacia su pareja (enamorado o enamorada según sea el caso). Asimismo, en lo que respecta a la violencia sufrida, perciben pocas señales o manifestaciones de ser blanco de agresiones de parte de su pareja. Esto coincide con los estudios efectuados por diversos autores al interior de una relación de pareja (Ayala, 2017; Cevallos & Jerves, 2017; Guevara et al., 2017; Rubio et al., 2015).
Lo encontrado, es muy halagador en el caso del emparejamiento en los adolescentes de Moche, es decir, de la escasa presencia de violencia cometida y sufrida, sabiendo que en los últimos años se ha generado un aumento en el interés por los factores de riesgo de las circunstancias de maltrato y violencia que se generan en las relaciones de carácter romántico de adolescentes y jóvenes (Rey-Anacona, 2015). Asimismo, es coherente con la bidireccionalidad en la violencia de pareja en adolescentes, en el sentido que tanto hombres y mujeres pueden ejercer y sufrir violencia en su relación de pareja (Martínez, Vargas & Novoa, 2016, citados en Guevara et al., 2017).
Con respecto al análisis inferencial, se debe señalar que no fue posible comprobar el objetivo general, en el sentido de establecer relación entre las relaciones intrafamiliares y la violencia en la etapa de enamoramiento, ya que no se pudo establecer correlación significativa entre los puntajes de las relaciones intrafamiliares y los puntajes de la violencia cometida y sufrida. En ese sentido, existe una independencia entre las variables, ya que no se pudo demostrar la correspondencia entre ambas. Esto implica, que no necesariamente la menor o mayor funcionalidad familiar se condice con la menor o mayor prevalencia de actos de abuso o maltrato en calidad de víctima o victimario. Lo hallado guarda correspondencia con lo encontrado por Villalobos (2017), quien no pudo demostrar en un estudio con adolescentes de Ascope, la relación entre el funcionamiento familiar y la violencia en la etapa de noviazgo o enamoramiento.
En lo referente al primer objetivo específico, no se pudo comprobar la relación entre la dimensión unión y apoyo de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida en la etapa del enamoramiento debido a que se halló una correlación no significativa. Por lo tanto, no se puede afirmar que una percepción menor o mayor de apoyo mutuo al interior de la familia necesariamente se corresponda con una menor o mayor predisposición a cometer o consumar actos de abuso y maltrato hacia la pareja. Lo encontrado coincide con lo hallado por Villalobos (2017), quien no pudo comprobar en su estudio con adolescentes, la relación entre la cohesión familiar y la violencia cometida en la etapa de noviazgo o enamoramiento.
Con respecto al segundo objetivo específico, no fue posible comprobar la relación entre la dimensión expresión de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida en la etapa del enamoramiento, en vista que se obtuvo una correlación no significativa. Por lo tanto, no se puede afirmar que una percepción menor o mayor en el proceso de comunicar ideas y emociones al interior de la familia, necesariamente se corresponda con una menor o mayor predisposición a cometer o consumar actos de abuso y maltrato hacia la pareja. Lo hallado coincide con lo encontrado por Villalobos (2017), quien no pudo comprobar en su estudio con adolescentes, la relación entre la comunicación y la violencia cometida en la etapa de noviazgo o enamoramiento.
En lo referente al tercer objetivo específico, se pudo comprobar la relación entre la dimensión dificultades de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida en la etapa del enamoramiento debido a que se obtuvo una correlación directa y significativa. Por lo tanto, a mayor percepción que las dificultades se resuelven satisfactoriamente al interior de la familiar, mayor predisposición a incurrir en actos de abuso y maltrato hacia la pareja. Este hallazgo, resulta muy singular, y da a entender que lo que acontece al interior de la familia de origen del adolescente se ve asociado a la tendencia para perpetrar actos de violencia hacia la pareja. Sin embargo, una explicación reside en el hecho de que aquellos adolescentes que se sienten confiados o seguros porque al interior de su familia se resuelven de manera deseable los conflictos, seguramente se afirman o posicionan de tal manera, que en su relación de pareja se ven tentados a reaccionar de manera violenta ante ciertas circunstancias. Esto, por lo tanto, es muy opuesto a estudios como los de Villalobos (2017), quien si logra demostrar en su estudio con adolescentes una correlación directa entre satisfacción familiar y la violencia cometida en el noviazgo o la etapa de enamoramiento.
Con respecto al cuarto objetivo específico, se pudo comprobar la relación entre la dimensión unión y apoyo de relaciones intrafamiliares y la violencia sufrida en la etapa del enamoramiento debido a que se halló una correlación inversa y significativa. Esto implica, que aquellos adolescentes del estudio que se caracterizan por percibir ayuda mutua al interior de su familia evidencian escasas manifestaciones de violencia por parte de sus parejas. Este hallazgo, guarda correspondencia con lo que sostienen Rey & Gonzáles (2011), en el sentido que si una persona en su infancia o adolescencia se expone a modelos violentos existirá una alta probabilidad de que en las relaciones de noviazgo se reproduzca de la misma manera, ya sea como víctima o victimario. Asimismo, Bolívar, Rey & Martínez (2017) en una investigación con estudiantes de secundaria hallaron una relación inversamente proporcional entre funcionalidad familiar y malos tratos emocionales y económicos recibidos, así como entre dicha puntuación y la frecuencia general y de cada tipo de maltrato ejercido
En lo referente al quinto objetivo específico, no se pudo comprobar la relación entre la dimensión expresión de relaciones intrafamiliares y la violencia sufrida en la etapa del enamoramiento, en vista que se obtuvo una correlación no significativa. Por lo tanto, no se puede afirmar que una percepción menor o mayor en el proceso de comunicar ideas y emociones al interior de la familia, necesariamente se corresponda con una menor o mayor predisposición a recibir malos tratos de parte de la pareja. Lo hallado coincide con lo encontrado por Villalobos (2017), quien no pudo comprobar en su estudio con adolescentes, la relación entre la comunicación y la violencia sufrida en la etapa de noviazgo o enamoramiento.
Con respecto al sexto objetivo específico, tampoco se pudo comprobar la relación entre la dimensión dificultades de relaciones intrafamiliares y la violencia sufrida en la etapa de enamoramiento en los adolescentes del estudio, debido a que se detectó una correlación no significativa. En ese sentido, no se puede afirmar que una menor o mayor percepción que las dificultades se resuelven satisfactoriamente al interior de la familia, implique forzosamente unas menor o mayor predisposición a recibir malos tratos de parte de la pareja. Lo encontrado coincide con lo hallado por Villalobos (2017), quien no pudo comprobar en su estudio con adolescentes, la relación entre la satisfacción familiar y la violencia sufrida en la etapa de noviazgo o enamoramiento.
Finalmente, de acuerdo a lo discutido, no ha sido posible demostrar de manera fehaciente la relación entre las variables relaciones intrafamiliares y violencia en la etapa de enamoramiento en adolescentes. Esto implica, por lo tanto, cotejar otras variables en el proceso de entendimiento de la violencia de pareja en la adolescencia, de modo tal que se puedan esclarecer todas las aristas que estén involucradas, y de ese modo anticipar o prevenir a futuro los riesgos de una relación de emparejamiento en la etapa adulta.
CONCLUSIONES
-Se pudo determinar en la puntuación de las relaciones familiares y las puntuaciones de cada una de sus dimensiones (unión y apoyo, expresión y dificultades), la predominancia del nivel medio en los adolescentes de cuarto y quinto grado de secundaria.
-Se pudo determinar que la mayor parte de los adolescentes de cuarto y quinto grado de secundaria de la institución educativa estatal se ubicaron en el nivel bajo de violencia cometida y sufrida en la etapa de enamoramiento.
-No se pudo comprobar el objetivo general, en vista que no se pudo establecer relación entre las relaciones intrafamiliares y la violencia en la etapa de enamoramiento, en vista que no se estableció correlación significativa entre los puntajes de las relaciones intrafamiliares y los puntajes de la violencia cometida y sufrida en los adolescentes de cuarto y quinto grado de secundaria de la institución educativa estatal.
-No se pudo comprobar el primer objetivo específico, en vista que no fue posible hallar una correlación significativa entre la dimensión unión y apoyo de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida en la etapa de enamoramiento en adolescentes de cuarto y quinto grado de secundaria.
-No se pudo comprobar el segundo objetivo específico, en vista que no fue posible hallar correlación significativa entre la dimensión expresión de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida en la etapa de enamoramiento en adolescentes de cuarto y quinto grado de secundaria.
-Se pudo comprobar el tercer objetivo específico, debido a que se halló correlación significativa entre la dimensión dificultades de relaciones intrafamiliares y la violencia cometida en la etapa de enamoramiento en adolescentes de cuarto y quinto grado de secundaria.
-Se pudo comprobar el cuarto objetivo específico, debido a que se halló correlación significativa entre la dimensión unión y apoyo de relaciones intrafamiliares y la violencia sufrida en la etapa de enamoramiento en adolescentes de cuarto y quinto grado de secundaria.
-No se pudo comprobar el quinto objetivo específico, en vista que no fue posible hallar correlación significativa entre la dimensión expresión de relaciones intrafamiliares y la violencia sufrida en la etapa de enamoramiento en adolescentes de cuarto y quinto grado de secundaria de la institución educativa estatal.
-No se pudo comprobar el sexto objetivo específico, en vista que no fue posible hallar correlación significativa entre la dimensión dificultades de relaciones intrafamiliares y la violencia sufrida en la etapa de enamoramiento en adolescentes de cuarto y quinto grado de secundaria de la institución educativa estatal.
RECOMENDACIONES
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[1] Licenciada en psicología. Universidad Alas Peruanas. Trujillo-Perú.
Maestra en Intervención en Violencia contra la Mujer – Universidad Católica de Trujillo
[2] Licenciada en psicología. Universidad Privada Antenor Orrego. Trujillo-Perú.
Maestra en Intervención en Violencia contra la Mujer – Universidad Católica de Trujillo